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Eres mamá, tienes hijos (alguno entre 4 y 8 años). Además,  trabajas o te gustaría hacerlo (o dedicarle más tiempo).

 

Y sientes que:

​

  • Tus hij@s te demandan mucho tiempo y tienes que decirle las cosas varias veces para que las hagan

  • Te gustaría dedicarles más tiempo, pero muchas veces tienes que hacer otras cosas: trabajar, ver cosas de la casa, atender una llamada importante, dedicar tiempo para ti.

  • Te cansa estar educando todos los días y te gustaría que fuese más autónomo.

  • Aunque tu crees que no es para tanto, ves que tu hij@ se enoja fácilmente, no sabe manejar su rabia y sobre-reacciona: es intenso, explota, llora, hace pataletas, gritan, desafían, incluso no quiere dormir solo porque  etc...

  • Sientes que no entiendes ni sabes manejar sus sobre- reacciones y te desesperas

  • No sabes qué hacer: si acogerlos o castigarlos y poner límites para que educarlos, que aprendan y no ceder a sus “manipulaciones”

  • Estás frustrada por esta situación

  • Además, te falta paciencia: los retas, gritas, incluso  a veces, llegas al límite y pierdes  el control y luego la culpa te invade.

  • Crees que los vas a dejar “traumados” con tus reacciones y que vas a “fallarles” como mamá

  • Cuando hay más gente, te dan vergüenza sus actitudes, te es difícil retar, no quieres molestar o incomodar, porque te pueden cuestionar y te gustaría estar mejor parada y “saber qué hacer” en ese momento.

  • A pesar de que has probado de todo con ellos sin resultados: leído sobre crianza, desarrollo infantil, has ido a talleres o especialistas; sientes que aun puedes hacer algo más.

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